Gas natural


El gas natural es una de las varias e importantes fuentes de energía no renovables formada por una mezcla de gases ligeros que se encuentra en yacimientos de petróleo, disuelto o asociado con el petróleo (acumulación de plancton marino) o en depósitos de carbón. Aunque su composición varía en función del yacimiento del que se saca, está compuesto principalmente por metano en cantidades que comúnmente pueden superar el 90 ó 95% (por ejemplo el gas no-asociado del pozo West Sole en el Mar del Norte), y suele contener otros gases como nitrógeno H2S  helio y mercaptanos. Como ejemplo de contaminantes cabe mencionar el gas no-asociado de Kapuni (NZ) que contiene hasta 49% de CO2. Como fuentes adicionales de este recurso natural, se están investigando los yacimientos de hidratos de metano que, según estimaciones, pueden suponer una reserva energética muy superiores a las actuales de gas natural.
Puede obtenerse también con procesos de descomposición de restos orgánicos (basuras, vegetales - gas de pantanos) en las plantas de tratamiento de estos restos (depuradoras de aguas residuales urbanas, plantas de procesado de basuras, de desechos orgánicos animales, etc.). El gas obtenido así se llama biogás.
Algunos de los gases que forman parte del gas natural cuando es extraído se separa de la mezcla porque no tienen capacidad energética (nitrógeno o CO2) o porque pueden depositarse en las tuberías usadas para su distribución debido a su alto punto de ebullición. Si el gas fuese criogénicamente licuado para su almacenamiento, el dióxido de carbono (CO2) solidificaría interfiriendo con el proceso criogénico. El CO2 puede ser determinado por los procedimientos ASTM D 1137 o ASTM D 1945.
El propano, butano e hidrocarburos más pesados en comparación con el gas natural son extraídos, puesto que su presencia puede causar accidentes durante la combustión del gas natural. El vapor de agua también se elimina por estos motivos y porque a temperaturas cercanas a la temperatura ambiente y presiones altas forma hidratos de metano que pueden obstruir los gasoductos. Los compuestos de azufre son eliminados hasta niveles muy bajos para evitar corrosión y olores perniciosos, así como para reducir las emisiones de compuestos causantes de lluvia ácida. La detección y la medición de H2S se puede realizar con los métodos ASTM D2385 o ASTM D 2725.
Para uso doméstico, al igual que al butano, se le añaden trazas de compuestos de la familia de los mercaptano entre ellos el metil-mercaptano, para que sea fácil detectar una fuga de gas y evitar su ignición espontánea.


EXPLOTACIÓN 
Su explotación es similar a la del petroleo: una prospección determina la presencia y el tamaño del yacimiento y un sondeo perfora hasta el. Cuando se llega a la bolsa, el gas tiende a salir sin necesidad de bombearlo y se hace pasar a estaciones de dehumidificación y separación de otros gases como el propano, butano, compuestos sulfurosos o petroleo. A continuación se transporta mediante gaseoductos a alta presión o por barcos "metaneros" en los cuales el gas esta licuado a altísimas presiones.
Una vez que ha llegado a los centros de distribución, el gas se transporta por canalizaciones de plástico de unos 15 cm de diámetro  y 2 cm de grosor, o se mantienen en tanques a presión y baja temperatura, dotados de válvulas de seguridad que liberan gas cuando la presión es excesiva, enfriando de paso el interior. De esta forma se pueden transportar también otros gases. La identificación del gas que transporta una cisterna, en bombonas, ... se hace mediante un cuadro anaranjado en el cual aparece un numero romano según el siguiente código:
  • Grupo I: Gas ciudad o del alumbrado procedente del carbón.
  • Grupo II: Gas natural.
  • Grupo III: Los GLP, en particular propano y butano.



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